domingo, 25 de abril de 2010

Introducción

Introducción

A fin de orientar al lector sobre un tema cultural de gran interés como lo es la música clásica moderna, he decidido escribir la presente guía. Como su nombre lo indica tiene el carácter de breve referencia pedagógica, que logra sintetizar una gran masa de información sobre este tema, dispersa en catálogos, libros, páginas de internet, artículos de revista,..etc. El propósito principal es el de ayudar al oyente neófito a internarse en el bosque maravilloso de las obras orquestales de los siglos XX y XXI.

En este pequeño manual he hecho una selección de un poco más de 200 obras pertenecientes a 73 compositores del siglo XX, tratando de ser lo más objetivo y general en cuanto a gustos, estilos, épocas, escuelas y nacionalidades. Sin embargo, en aras del tiempo y la funcionalidad, nos hemos concentrado casi exclusivamente en obras sinfónicas, dejando de lado otros géneros no menos importantes y entretenidos como la opera, la música de cámara y la música para piano solo. Junto a cada una de las obras reseñadas se dan una serie de acotaciones y comentarios sobre la vida de los compositores, la estructura de las obras, el paralelismo con la pintura, la literatura y la poesía, y por último, el contexto histórico social y cultural en que fueron creadas.

Al final de cada reseña, a manera de recomendación, aparece la discografía más apropiada.

La música es uno de los pasatiempos más hermosos y espirituales, y la vez un patrimonio de la humanidad, al cual todos deberíamos tener acceso. El hombre siempre ha celebrado con música sus momentos transcendentales. La música antes que técnica o ciencia del sonido es pasión y fuerza; emoción y fantasía; dolor y alegría. Por eso he querido plasmar en palabras la parte expresiva, humana y sentimental de cada pieza. Son sensaciones inefables que recogen el mensaje íntimo del compositor iluminando nuestra mente y llegando hasta lo más profundo del corazón. Como dijo hace veinte años el músico polaco Witold Lutoslawski: “Gracias a la música el oyente es transportado a un mundo ideal, el mundo de nuestros deseos e ilusiones, donde nuestras imágenes de perfección están libres de las pesadumbres que recibimos del exterior: mundo desconocido en las experiencias de la vida cotidiana…Un mundo, caracterizado por grandes y variables riquezas de emociones y percepciones, no libres de momentos conmovedores”