martes, 8 de noviembre de 2011

La música electrónica: I Vangelis

La música electrónica nace a mediados de los años 50...


Es imposible resumir en pocas líneas todo el desarrollo alcanzado por la música electrónica en los últimos sesenta años. La música electrónica nace a partir de los mediados de la década 1950-60, cuando se desarrollan aparatos para amplificar el sonido y se manipulan las ondas sonoras de los osciloscopios. También la aparición de los grabadores de cinta magnetofónica fue un gran invento que abrió nuevas posibilidades al permitir congelar la música. A partir de allí nace una nueva escuela musical con su propia estética de la mano de jóvenes músicos como Karlheinz Stockhausen, Luciano Berio, Pierre Boulez y otros.

Gracias al avance en la tecnología de cintas magnetofónicas, con sus posibilidades de grabación y reproducción de sonidos, Pierre Henry y Pierre Scheffer, encaran el fenómeno sonoro, dando origen a lo que será la Música Concreta, esto es, la posibilidad de producir música con un material muy barato y fácil de hallar en todas partes, como lo es el ruido.

A partir de los años 70 con la invención del sintetizador, capaz de imitar todos los sonidos de los instrumentos de la orquesta, empleando un solo aparato, la música electrónica se difunde por todo el estamento cultural, social y geográfico del planeta, atravesando barreras cual un tsunami desbordado. Surgen bandas de rock que tocan música clásica con guitarras eléctricas, efectos especiales de percusión, sintetizadores,… etc. para una vasta audiencia conformada por un público ávido de nuevos sonidos, pero poco conocedor. La industria del disco ha traído consigo la creación de nuevos géneros de música, donde se fusiona lo clásico, con el pop. El rock, lo folklórico….etc. Hoy en día es muy difícil establecer categorías claras y definidas.

Entre los músicos populares y modernos, representativos de la música electrónica, se destacan tres grandes figuras, El norteamericano Walter Carlos, el japonés Isao Tomita y el griego Vangelis. Todos ellos han sido escuchados por millones de personas, sus composiciones son bien conocidas en gran parte, a través del cine, radio, discos, c. d etc.

De estos tres músicos, Vangelis es quizás el más sensual de todos y a la vez el menos intelectual, pues su música está hecha para relajarnos, al sumergirnos en una atmósfera exótica de sonidos encantadores. Su fama se ha elevado a la enésima potencia, gracias a la música para las películas “Blade Runner”, “Missing”, Power Sex”, “Antarctica”, “The Bounty”, “Chariots of Fire”, “ Conquesta of Paradise”. Inclusive compuso el Himno del mundial de Futbol del año 2002. Todo un gran éxito.

Su primer disco Sex Power del año 70 hay que escucharlo de nuevo. Contiene ritmos variados y sonidos. Combina el Pop con lo experimental de manera muy acertada. ES interesante y entretenido por la variedad y no tan meloso como sus últimas producciones.



miércoles, 2 de noviembre de 2011

Elgar: Nobleza y claridad rozando lo sublime.



El Concierto para violonchelo y orquesta en mi menor OP. 85 de Edward Elgar (1857-1934) es una de esas obras de madurez que expresan una férrea voluntad de vivir, sustentadas en un notable conocimiento y arte, con bastante naturalidad. Fue compuesto en 1919 cuando su autor se recuperaba de una operación de amígdalas, casi al final de su carrera.

FRancisco Rivero. Elgar. 2010.


La obra de unos 30 minutos de duración se estructura en cuatro movimientos

1. Adagio-Moderato 7:59.

2. Lento- Allegro molto 4.28.

3. Adagio 5:15.

4. Allegro. Ma non troppo. 12:16.

Es poca la cantidad de conciertos para violonchelo en el repertorio clásico. Podemos mencionar entre los más notables los de Schumann, Dvorak , Saint-Saens y Shostakovich. El problema con el violonchelo es su timbre bastante grave y opaco que apenas sobresale por encima de los demás instrumentos de la orquesta. Sin embargo posee un sonido con una cualidad cálida, noble y sincera, de viejas maderas evocadoras del pasado. El quejido del violonchelo es distinto de la voz clara, fina y cantarina del violín, pero es una voz que llama con bastante fuerza algunas regiones de nuestra alma, regiones misteriosas y sensibles a su discreto encanto.

En los últimos días me levanto bien temprano y enciendo la televisión. Al sintonizar el canal de televisión del estado venezolano TVES, he podido disfrutar de una grabación, varas veces repetidas, por la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas con la joven chelista Norma Aparicio tocando un bello concierto. Casi siempre escuchaba medio dormido el último movimiento que era bellísimo. No sabía a quién pertenecía esta obra, pues no había ningún rótulo de identificación en el video. Un pequeño error, pienso yo. De tanto escuchar la obra se me grabó la melodía en la mente.

Para identificar a su autor decidí escuchar algunos conciertos para violonchelo de una integral de Jackeline Dupré del sello EMI. Es el primer concierto de todos, lo cual facilitó mi tarea. Ahora puedo escucharlo a mis anchas.

Es una obra de gran elegancia y sencillez por la economía de medios que emplea, una pequeña orquesta y pocas notas en la partitura. Elgar es ciertamente un romántico tardío, pasado de moda para su época, según la crítica de aquellos rugientes años veinte, cuando sus colegas en el continente europeo escribían piezas llenas de ruidos extraños y duras disonancias, que hoy han pasado al olvido.




Violonchelista. 2011.

jueves, 27 de octubre de 2011

Sibelius: Cabalgando en medio de la noche oscura y luego el amanecer



El poema sinfónico Night ride and sunrise Op. 55 de Jean Sibelius, lleva este título tan sugestivo, por la experiencia que tuvo el autor, tomando un paseo a media noche en trineo a través del bello paisaje nórdico de Finlandia. Fue compuesto en 1908. Es una obra bastante narrativa, fácil de escuchar. De unos 15 minutos de duración, la obra está dividida en dos secciones claramente diferenciadas.
Francisco Rivero. Sibelius. 2011.

En los primeros 10 minutos escuchamos un baso ostinato, bastante enérgico que se inicia con los violonchelos y va ganando fuerza hasta llegar a un clímax en donde interviene toda la orquesta. Luego son las flautas y oboes que con su canto le dan la bienvenida a los primeros rayos del sol de un nuevo día.

martes, 25 de octubre de 2011

Unas pinceladas impresionistas de Ravel

Son pocas las obras de cámara dejadas por Ravel y Debussy, los dos grandes maestros del impresionismo francés, pero todas ellas expresan lo mejor de su música. El trío para violín, violonchelo y piano en La menor de Ravel es una de esas joyas. Fue compuesto durante varios años y terminado con prontitud en 1914, pues su autor se marchaba al frente de guerra.

FRancisco Rivero. Ravel. 2010.

Es una obra de unos 28 minutos de duración. Se estructura en cuatro movimientos:

1. Moderé 10:36.

2. Pantoum 4:19.

3. Passacaille 8:29.

4. Final 5:13

En sus cuatro movimientos contrastantes, Ravel emplea distintas formas y estilos de danzas antiguas. Es una obra dentro del más puro estilo impresionista, ligera, fluida, cambiante e impredecible. Me gusta bastante el tercer movimiento en forma de pasacalle. Las notas graves del piano con que se inicia y el empleo de escalas pentatónicas, le confieren una atmósfera de austeridad, hechizo oriental y misterio, evocadora de las tradiciones del pasado. Es una maravilla lo que se puede lograr con una melodía tan sencilla.
Música para dejarse llevar por las ondas de un río hasta un suave remanso.

Discografía:

1) Beaux arts trio en una grabación del sello Phillips en 1983. Se ha hecho legendaria por su reconocida calidad.

2) Joshua Bell, violin, Jean Ives Thibaudet piano y Stephen Isseris violonchelo, más reciente, del sello DECCA del 2006.
3) Trio Wanderer. Harmonia Mundi.

Las últimas son más claras,  nítidas y equilibradas. En la grabación del trio Beaux Arts, la parte del piano sobresale demasiado con relacion al violin y al violonchelo.

Aquí les traigo un video del Boston Trio, un trío de norteamerica. De a cuerdo a los nombres de éstas damas virtuosas, la pianista es asiática, la violinista europea y la chelista norteamericana. Esto demuestra que la música clásica es patrimonio de la humanidad.






He aqui otra bella interpretación con Menuhin al violín, Kassadó al piano y  Ketner en el violonchelo. ( La obra completa con   imagenes de cuadros impresionistas)



jueves, 20 de octubre de 2011

Unas gotas de Mahler para un alma adolorida.
¿Quién se acuerda? Hace 100 años murió Gustav Mahler. Desde entonces su música ha sido una especie de aspirina para curar el alma.


La Sinfonía No. 9 en re menor, quizás la mejor de todas, compuesta en 1909 nunca fue escuchada por el gran músico vienés. Es la continuación de la Canción de la Tierra del mismo autor. Fue estrenada en Viena en 1912 bajo la batuta de Bruno Walter. Su autor emplea cambios progresivos de tonalidad, pasando al re bemol mayor del final. Esta instrumentada para una orquesta grande pero no excesiva. La textura del primer y segundo movimiento es algo ligera. Sin embargo el scherzo del tercer movimiento es de textura contrapuntística y compleja. Posee una estructura poco usual de dos movimientos lentos en los extremos y allegro en los movimientos interiores. Poco usual pero no para Mahler.
FRancisco Rivero. Gustav Mahler. 2000.

La obra es de unos 83 minutos de duración. Se estructura en cuatro movimientos como ya se ha dicho

1. Andante comodo                                                                  28:10.

2. Im tempo eines gemächlichten

Ländlers. Etwas täppisch sehr derb.                                         16:38.

3. Rondo-Burleske. Allegro assai.

Sehr trotzig                                                                             12:45.

4. Adagio.

Sehr langsam und noch zurückhaltend.                                     26:49.



Al escuchar la novena se sumerge uno en un pozo profundo de reflexiones infinitas y graves pensamientos sobre las cosas más trascendentales de la vida. Por supuesto que es una obra autobiográfica, de un compositor que atravesaba por los momentos más álgidos de su vida, enfrentarse a la muerte y separación eterna de sus seres más queridos. La música avanza lentamente, crece, se inflama, se eleva para luego descender abruptamente a los abismos insondables. Luego un descanso y todo comienza de nuevo.

El primer movimiento es un canto sereno de resignación ante la dureza de la realidad y los avatares del destino. Es música para el corazón. Hay breves momentos de una dulzura delicada en donde el alma goza momentáneamente de los placeres de la naturaleza, se recrea de la agitación del mundo que la envuelve en su efímero encanto. Todo se disipa suavemente en una desilusión, la felicidad se escapa en las notas disonantes de los cornos, los trombones y los fagotes. En los largos acordes de las cuerdas navegamos por los mares agitados del desconcierto, el caos y la desesperación. Subimos y bajamos en una barca a la deriva. Atravesamos vendavales terribles y salimos victoriosos de la tormenta para ver a ratos el sol elevarse sobre el lejano horizonte. La música nos atrapa con mil tentáculos y nos lleva a un abismo profundo de aguas desconocidas. El golpe insistente de los timbales, ese golpe seco de Mahler, sin eco ni resonancias extrañas, nos mueve hacia adelante, dándole a la música una dinámica de cortejo fúnebre. Un ansia de marcha ceremoniosa pesada que nos arrastra hacia el futuro de manera inmisericorde.

El segundo movimiento es un viejo vals que sufre una serie de metamorfosis hasta llegar a lo grotesco (¡algo torpe y muy brusco!).

No se sale de allí deprimido, a pesar del tono general de tristeza y melancolía de la obra, sino, más bien, fortalecido y con esperanzas renovadas. Para gozar en un día lluvioso hay que tomarse este elixir de Mahler y poder así, paladear el sabor de la música eternamente. Ewig, ewig, ewig….

Esta versión del primer movimiento y del adagio final es de Leonard Bernstein, uno de los grandes directores que ha sabido entender a Mahler.

Hay excelentes grabaciones. He escuchado y recomiendo, sin entrar en comparaciones las tres siguientes.

1. Herbert von Karajan. Filarmónica de Berlin. Grabación en vivo de 1982. DG.

2. Klaus Tennstedt. London Philharmonic. Integral de las nueve sinfonías. 1992. EMI.

3. Leonard Berstein. Filarmónica de Nueva York.

Sin embargo debo decir que Karajan es magistral, Bernstein conmueve, pero Tennstedt me gusta más.

Sinfonía No. 9 de Gustav Mahler





domingo, 18 de septiembre de 2011

Dohnányi: Un músico olvidado

¿En doonde lo ubicamos? ¿ A cuál de las categorías corresponde su estilo? ¿Es moderno, romántico o neorromantico? El compositor húngaro Ernö von Donányi (1877-1960 es uno de esos compositores románticos del siglo XX, tan injustamente olvidados, a pesar de que fue un gran interprete del piano y tener una obra de excelente calidad. Sus dos conciertos para piano, sus dos conciertos para violín, sus sinfonías y sus óbras de cámara, así lo confirman. Quizás por ser algo tradicional, no sea tan famoso como sus compatriotas contemporaneos Bartok y Kodály. Quizás el tiempo hará justicia a un hombre genial que no sucumbió ante las tentaciones modernistas de un Bartok o un Stravinsky. Permaneció fiel a su estilo tradicional. El hecho de que el propio Brahms promocionó uno de sus quintetos en Viena, le dió inspiración y aliento para seguir por la ruta de los grandes maestros.
Francisco Rivero. Donanyi. 2012.

 Donányi compone obras complejas y monumentales siguendo la tradición de Brahms, con un lenguaje vertical complejo, de densas y suculentas armonizaciones, pero menos dramàtico y más fuido, poniendo enfásis en la sensualidad de la paleta sonora.

Concierto para violín No. 1 en re menor Op. 27

En especial el concierto para violín No. 1 en re menor Op. 27, de unos 40 minutos de duración, deleita al oyente por sus bellas armonías brahmsianas  y sus grandes lineas orquestales de una sencillez clásica. Fue compuesto en los años 30 del siglo pasado. La orquesta acompaña  al solista con sonidos suntuosos de cálidas coloraciones que crean  un fondo sereno y majestuoso típico del romántico tardío. Música para disfrutar- suave y relajante-  para  dejarse llevar en sus notas infinitas, en fin, para fortalecer el espíritu y alejarse de las preocupaciones mundanas.
El concierto se estructura en cuatro movimientos:
    1. MOlto moderato.maestoso e rubato.13:42.
    2. Andante 8:24.
    3. Nolto vivace. 6:04.
    4. Tempo del primo pezzo, rubato. 13:41.
Este concierto esta disponible en un Cd del sello Naxos, de buena calidad.
Discografía: Michael Ludwig, violin- Royal Scottish National Orchestra. Jo Ann Falletta. ( 2007).






La obra de piano solo de Dohnányi es más conocida. He aqui una pequeña muestra.


http://youtu.be/VAsGKJuYhWQ

domingo, 1 de mayo de 2011

Prokofiev: Una sonata para piano.

Escuchamos hoy la Sonata para piano No. 8 en Si bemol mayor Op. 84 de Sergei Prokofiev. Una obra para meditar sobre el curso de nuestra vida, dejándonos llevar de la mano de un gran compositor.


FRancisco Rivero. Prokofiev. 2011.


Este autor ruso compuso 9 sonatas en total, siendo esta la de mayor duración  ( unos 28 minutos). La obra consta de tres movimientos:
  1. Andante dolce...16:17.
  2. Andante sognando...5:05.
  3. Vivace... 11:03.
Comentarios:
Es una obra bastante rica y compleja en su composición, por la variedad de ideas y técnicas pianísticas, propias de un compositor en la cúspide de su carrera. Corresponde a los años de la guerra, especificamente al verano de 1944. En aquel momento vivía retirado de Moscú, por razones de la guerra, en la pequeña ciudad de Ivanovo, junto a otros compositores soviéticos. El ambiente campestre de la región de espesos bosques de pinos, el juego de boley ball con sus colegas músicos y la cercanía del fin de la guerra, por las victorias contundentes del Gran Ejercito Rojo, hizo florecer una nueva etapa en su alma creativa. Su música expresa  júbilo y optimismo. Son sentimentos que se traducen en esta obra y en la quinta sinfonía, compuesta de manera casi simultánea.
Escuchemos este primer movimiento, algo  frío, delicado y misterioso, que nos va llevando por senderos de gran dramatismo y tensión, en donde el piano en sus notas más energicas, rompe con la paz de manera brutal. Es sin duda alguna, una sonata de guerra, que expresa lo trágico de los acontecimientos, pero siempre en el estilo brillante y sedoso de Prokofiev, con sus trinos, melodías angulares y notas inusuales de gran belleza.
He aqui una magistral interpretación del pinista soviético  Sviatoslav Richter, que debe ser de mediados de los 50. Sobre esta sonata Richter se expresó:
De todas las sonatas Prokofievkianas, esta es la más rica. En ella hay una complicada vida interior, con profundas confrontaciones. A veces parace como si se quedara inerte escuchando el inexorable paso del tiempo. La sonata es algo pesada para la percepción, pero pesada por la riqueza, como un árbol que pesa por los frutos

viernes, 25 de marzo de 2011

Un cuento mahleriano

Después del terremoto del Japón, los días empezaron a alargarse de manera extraña. Los científicos, explicaban la causa de esta anomalía como una consecuencia de la inclinación del eje de la tierra. Yo mientras tanto me dedicaba a detectar estas pequeñas variaciones, comparando el movimiento de la sombra en un reloj de sol, con mi reloj de pulsera. También usaba como referencia la hora que aparece en la pantalla de mi teléfono celular. Pude observar algunas pequeñas incongruencias. Había agujeros en la línea del tiempo que se formaban durante el día. Estos iban creciendo poco a poco formando intervalos de cierta longitud que sobrepasaban los minutos. El tiempo en exceso es un gran problema. Puede producir desorientación, sensación de ansiedad, un sentimiento inexplicable de felicidad y bienestar y llegar hasta el aburrimiento. Me sentía como Hans Kastrop, el héroe de la novela La Montaña Mágica de Thomas Mann, quien pasó siete años en un sanatorio en Los Alpes suizos, reflexionando sobre el tiempo.

FRancisco Rivero. Gustav Mahler. 2006.

Decidí escuchar a Mahler. Tenía sobre mi escritorio un c. d. de la Séptima Sinfonía, ejecutada por la Orquesta Sinfónica Cleveland, dirigida por Pierre Boulez. Una grabación del sello Deutsche Gramophon de 1996, que había comprado y nunca tuve tiempo para escucharla. El problema con Mahler es que las casas disqueras le venden a uno los c. d., pero no le venden a uno el tiempo para escucharlo. Tiempo para dedicárselo completo a este autor vienés, que tanto lo requiere. Anteriormente había escuchado la séptima en un par de versiones: una integral del sello EMI con Klauss Tensted y por supuesto la de Leonard Bernstein con la Filarmónica de Viena. Las sinfonías de Mahler fueron escritas a comienzos del siglo XX, cuando aún no se había inventado la radio ni la televisión (ni mucho menos el Internet): La gente de aquella época dedicaba tiempo a la cultura y el ocio: Leían novelas muy voluminosas, sostenían conversaciones de más de tres horas y los vecinos se hacían interminables visitas de cortesía, en donde se leían largas cartas, y se tomaba café con galletitas. Entonces la gente disponía de tiempo de sobra. La séptima de Mahler fue compuesta para aquella generación privilegiada, entre 1903- 04.

Sabía que la séptima es algo larga: 90 minutos. ¿Tendré paciencia para escuchar a Mahler durante hora y media, sin ningún tipo de interrupción, me pregunté? Bueno, al menos si me canso, podré escuchar el primer movimiento: un Allegro en forma de sonata que dura 23 minutos. En realidad este primer movimiento es casi una pequeña sinfonía dentro de otra. Una parte que se asemeja al todo. Me acordé inmediatamente de los fractales. ¿Que son los fractales? El conjunto que contiene una parte que es igual al todo. A su vez esta parte contiene a otra semejante al todo… y así hasta el infinito. Podemos recorrer un fractal durante toda nuestra vida y nunca salir, como en un laberinto que se eleva hasta el cielo.

El primero es un movimiento palindrómico, es decir si nos devolvemos en el tiempo podríamos escuchar algo con la misma estructura. Posee dos temas iniciales A y B, que nos conducen a un tercer tema C, luego hacemos una recapitulación a la inversa de los temas anteriores. Es decir su estructura es de la forma ABCBA. Esta palabra se puede leer igual tanto al derecho como al revés. ES una palindromía. Lo curioso es que la propia sinfonía posee cinco movimientos y ella en sí misma es palindrómica. Esto de salir de un tema A para llegar de nuevo a A, es un viejo truco musical, que nos hace sentir que estamos viajando cuando escuchamos una sinfonía. Hiciste un largo viaje, pero volviste al punto de partida, parece decir el director, riéndose de nosotros. Los directores de orquesta tienen algo de magos (por eso ambos se visten de negro y usan una varita mágica).

El día era especial para emprender cosas positivas. Tuvimos una secuencia de cuatro días con un tiempo horrible, de lluvia pertinaz y humedad. En este mes de marzo donde siempre había sequía y aire caliente, se producen ahora estos desajustes climáticos debido a esta nueva época caótica donde estamos entrando. El cielo plomizo cargado de nubes blancas no dejaba ver la montaña. Hoy, por el contrario, salió el sol y el cielo azul estaba radiante. La montaña lucía sus más hermosos tonos de verde. Los pájaros cantaban en mi jardín, mientras otros saltaban por todas partes buscando insectos, para alimentar sus pequeñas crías. Las flores de colores tropicales se abrían para llamar la atención.

Escuchar a Mahler en un día así era una idea algo alocada, un compositor triste y muy desafortunado en su vida personal y atormentado con la idea de la muerte. Pero… ¡Valió la pena la aventura! La séptima era otra cosa. Al menos esta versión de Pierre Boulez, precisa y equilibrada como todo lo que él sabe hacer, me sedujo desde los primeros compases. Fue un Mahler ligero, optimista y bastante variado en cuanto temas y timbres orquestales. El expresionismo vienés fue dejado de lado, para darnos una buena muestra de impresionismo francés, colorido y transparente. La obra se inicia con el llamado de los cornos. Luego hay una marcha a lo Wagner, que nos eleva bien alto con compases que se alternan entre la sección de las cuerdas y los metales.

El segundo movimiento Nachtmusik I, fue un viaje fantástico por las pequeñas calles de una vieja ciudad. Se dice que este movimiento estuvo inspirado en el famoso cuadro de Rembrandt “La ronda nocturna”. Hace muchos años, la gente de los pueblos y ciudades se organizaban en pequeños grupos para hacer la ronda, por las calles. Era una forma de protegerse de los ladrones y vagabundos. Me sentí acompañando a estos burgueses, al compás de la música de una marcha bastante pomposa, participando de sus pequeñas aventuras nocturnas, en tabernas y casas de juego.

Lo más cautivante de todo fue el cuarto movimiento Nachtmusik II, con sus serenatas tocadas por guitarras y mandolinas. Una música sensual y misteriosa, hecha a base de elaborados efectos percusivos. El final triunfal es una imagen reflejada del primer movimiento, aunque más corto.

Escuche la sinfonía completa, y al final quedé satisfecho de haber vivido una experiencia única e irrepetible. Pude entrar en un agujero de un tiempo olvidado a comienzos del siglo XX. Un tiempo marcado por la música de Mahler. Dentro de mi mente lo que ocurrió fue un viaje de varios días y noches. Miré mi reloj y el tiempo había transcurrido de manera normal. Pasaron 90 minutos y 23 segundos. El tiempo sideral que se mide en números de una pantalla del reloj movido por impulsos eléctricos que a su vez están marcados por las vibraciones moleculares de los cristales de cuarzo, se aleja cada vez más del tiempo en que vivimos. Continué con mis meditaciones sobre el eje de la tierra, desde la Montaña Mágica.

viernes, 18 de febrero de 2011

Francis Poulenc y su tetralogía para el teclado.

El compositor francés Francis Poulenc (1899-1963) fue también un virtuoso del piano. Compuso obras para piano solo de gran belleza y simplicidad como por ejemplo los Trois mouvements perpétuels ( 1918) y la suite Les soirées des Nazelles ( 1930-36).  Recordemos que Poulenc perteneció al grupo les six cuya estética, propulsada por Cocteau, preconizaba una música sencilla y directa.
 Aprendió la tecnica pianistica con el español Ricardo Viñes y desarollo un estilo de composición, claro, ligero y melodioso, muy propio de la música francesa de comienzos del siglo XX. Su música posee diversas influencias. Entre ellas el jazz, la canción popular francesa, y la música medieval. Por otro lado, se percibe en sus obras la admiración profunda por algunos compositores como Mozart, Prokofiev, y por supuesto, sus dos compatriotas Ravel y Debussy.
Poulenc es quizás el único compositor serio que posee una tetralogía para el teclado. Ya hemos hablado en entradas anteriores sobre los conciertos para órgano y clavicordio. Lo haremos ahora para el Concierto para dos pianos y el Concierto para piano.


EScalas infinitas. Francisco Rivero. 2007

Concierto para dos pianos:


Conozco muy pocos ejemplos de este tipo de obras en el repertorio. Apenas el concierto para dos pianos de Mozart en el período clásico, y por supuesto Bartok en el siglo XX. . Un concierto para dos pianos es una obra sumamente difícil de escribir y que requiere unas cualidades especiales de coordinación entre los dos solistas, para lograr un diálogo fluido en la ejecución. También es una experiencia musical bastante rica e intensa escuchar al mismo tiempo a tres actores: los dos pianos y la orquesta.

Este concierto para dos pianos en re menor, de Poulenc es una obra de gran virtuosismo, vibrante, ágil y luminosa que expresa lo mejor de este compositor. El concierto nace como una comisión de la Princesa Edmond de Polignac, la rica heredera norteamericana, patrona de las artes, en 1932.

El concierto de unos 19 minutos de duración se estructura en tres movimientos:

1. Allegro ma non troppo. 8:15.

2. Larghetto. 4:52.

3. Finale. Allegro molto. 5.14.

El primer movimiento es una asombrosa combinación de temas y estilos de diversas fuentes, en donde los cambios sorprenden al oyente. Comienza con el tema principal en tiempo bastante rápido, con cascadas de notas duras, angulosas y cristalinas al estilo de Prokofiev. Los ostinatos, arpegios y trinos vertiginosos sacuden el piano, construyendo melodías que aparecen y se van de manera fugaz, emulando quizás un viaje en un tren a alta velocidad que atraviesa paisajes exóticos. Luego la atmósfera cambia a lo romántico con melodías dulces que nos envuelven en un hechizo, de notas relajantes suspendidas en largos pedales construidas sobre escalas pentatónicas, que nos hacen soñar. Al final de este primer movimiento, después de un silencio y unos toques de castañuelas surge una música de gamelán, bastante misteriosa, creando una atmósfera oriental de ensueño.

El segundo movimiento es un homenaje a Mozart, con un primer tema muy semejante al de los conciertos para piano del genio de Salzburgo. Luego hay un tema de mucho romanticismo con pasajes brillantes para el piano. Culmina el concierto de manera alegre y decidida con pasajes vibrantes de muchos trinos saltarines sobre el teclado. Es una música chispeante y divertida en ritmos de danzas vertiginosas. La orquesta presenta pasajes homofónicos por parte de la orquesta, de mucha bravura, que recuerdan a Rachmaninov

Discografía:

Sylviane Deferne (Piano 1), Pascal Roguè (Piano 2). Charles Dutoit. Orquesta Filarmonía. Decca. 1993.

Gracias a la magia del Internet y los You tube, me he podido encontrar con esta joya de grabación en donde aparece el propio Poulenc tocando al piano. Veamos ahora este maravilloso video en donde Francis Poulenc participa de la ejecución del Concierto para dos pianos.





Poulenc Concerto for Two Pianos and Orchestras with Francis Poulenc, Jacques Février and Orchestra National de la RTF conducted by Georges Prêtre.


Concierto para piano.


Este concierto para piano, compuesto entre 1947-49, es una obra menos conocida que la anterior. Fue una comisión de la Orquesta Sinfónica de Boston. En 1948 Poulenc realizó su primera gira como concertista en los Estados Unidos. Es un concierto quizás menos espectacular y bombástico que el anterior, pero sin embargo más maduro y equilibrado.
Hay una diferencia de 25 años entre ambos conciertos. Es esta una obra de un hombre maduro que ha atravesado un duro camino en su vida personal. El primero es una obra juvenil de estilo neoclásico, llena de humor, energía creadora y picardía. Por el contrario, este concierto es más sincero, expresivo y humano.
El diálogo entre el piano y la orquesta es meditado y profundo. Hay momentos de gran lirismo y espiritualidad que le dan gran valor musical.

El primer movimiento en forma de sonata, se desarrolla en tiempo lento y pausado. Un tema inicial de corte romántico a lo Rachmaninov, transmite sensación de lujo, facilidad y opulencia en la rica orquestación. Un segundo tema austero y casi medieval en los bronces contrasta con el primero, creando inestabilidad y dramatismo. Culmina este movimiento con un tema algo burlesco de carácter popular.

El movimiento central desarrolla temas románticos de un lirismo puro y delicado. Frente a esto, hay también algunos clímax que se elevan y resuelven con brusquedad inusitada.

La obra, de unos 19 minutos de duración, se estructura en tres movimientos:

1. Allegretto. 10:03.

2. Andante con moto. 5:38.

3. Rondeau à la Francaise 3:40

Discografía:

Pascal Roguè. Charles Dutoit. Orquesta Filarmonía. Decca. 1993.

domingo, 30 de enero de 2011

Las Bachianas Brasileras

Las últimas tres bachianas brasileras de Heitor Villa- Lobos ( 1887-1959) vuelven a aparecer en la discografía, en una excelente integral del sello Bis ( 2009). Es un gran trabajo de la Orquesta Sinfónica de San Pablo, bajo la dirección de Roberto Minczuk.
FRancisco Rivero. Villa Lobos. 2007.

Escuchamos las últimas tres bachianas Nos. 7, 8 y 9. Villa- Lobos regresó desde París al Brasil en 1930, con la finalidad de pasar una breve estancia. Sin embargo, la revolución de 1930 en donde Getulio Vargas asume el poder, cambió sus planes, dando inicio a una nueva etapa en su producción. Las bachianas corresponden a esta nueva etapa brasilera que abarca desde 1930 hasta 1945. Son un conjunto de obras en donde el autor integra la música académica de Bach con el folklore del Brasil. El resultado de esta síntesis es una música bastante original que se proyecta de manera universal, captando lo mejor de ambos mundos.

A continuación presentamos un video del segundo movimiento de la Bachiana No. 9. La última de la serie, fue compuesta en 1945 en sus dos versiones: para orquesta de cuerdas y para coro a capella. Es una fuga cautivante para orquesta de cuerdas, que uno no se cansa de oir. Es una  interpretación de I Musici de Montreal dirigido por Yuli Turovsky

jueves, 13 de enero de 2011

Los 10 músicos más escuchados

Feliz año nuevo 2011. En esta ocasión quisiera hacer una especie de balance sobre el blog, que sirva para recoger el  consenso general de los seguidores. Quizás la estadística sea un buen  indicador de las  diferentes tendencias de mis seguidores.
La pregunta natural que uno debe hacerse es la siguiente: ¿ Cuál es el músico del siglo XX más escuchado? En este caso me refiero al público de habla hispana. En este blog se han visto  hasta el día de hoy  Viernes 13 de enero de 2011, unas 14,280 páginas, correspondientes a 75 compositores del siglo XX, durante los últimos 9 meses. Creo que es un buen universo, para este experimento aleatorio que estoy realizando. De acuerdo a las estadísticas del propio blog se han obtenido los siguientes datos, que expresan el número de páginas visitadas por compositor.

  1. Stravinsky 439.
  2. Sergei Prokofiev.316.
  3. Debussy. 278.
  4. Mahler. 258.
  5. Britten. 257.
  6. Bartok. 241.
  7. Ravel. 230.
  8. Falla. 163.
  9. Shostakovich. 137.
  10. Kabalevsky. 124.
A mi como matemático, siempre me han gustado las tablas de números.  De ellas se puede extraer gran cantidad de información. En este caso los resultados de la tabla no me sorprenden, pues concuerdan con lo que uno esperaba.  Siempre se ha dicho que Stravinsky es el músico más importante del siglo XX y el que ha tenido mayor influencia sobre el resto de los compositores. ¿Alguien piensa diferente?
Es  notable  la ausencia de músicos romáticos, bastante trillados, como Sibelius y Rachmaninov, por una parte y por otra parte, la ausencia de los vanguardistas. No aparece Stockhausen, Ligeti, Cage,....etc.

No poder encontrarnos con  Schoenberg en este listado, si es algo preocupante. Indudablemente, es uno de los cuatro gigantes del siglo XX, pero aún la gente no lo escucha lo suficiente. ¿ Por que no está en esta lista del top ten?

Nos despedimos y festejamos con esta obra maestra que es la Consagración de la Primavera del Gran Igor Stravinsky. Es parte de la pelicula Fantasía de Walt Disney . Por cierto, la única película de Hollywood que lleva música de este gran compositor, quien se acercó al mundo del cine en 1940.  Parece ser que esta historia de la evolución de las especies y la danza de los dinosaurios no le gustó mucho al ruso. Yo, sin embargo,  la disfruté bastante.

domingo, 2 de enero de 2011

George Whitefield Chadwick un gran sinfonista norteamericano.

George Whitefield Chadwick (1854-1931) es ciertamente, uno de los grandes sinfonistas norteamericanos. Quizás el mejor músico de la primera generación de compositores de ese país. Lamentablemente, con la llegada de la siguiente generación de músicos nacionalistas formada por Aaron Copland, Georges Gershwin, Roy Harris y otros, su música fue injustamente marginada. Sin embargo posee grandes méritos, además de músico, como educador y reformador del Conservatorio de Nueva Inglaterra en Boston. Chadwick perteneció a un grupo selecto de cuatro autores de Masachusetts, junto a Horacio Parker ( Quien fue el maestro de  Charles Ives), Douglas Moore y la compositora Amy Beach, que forjaron el verdadero estilo americano.


Francisco Rivero. Chadwick. 2013.
Por cierto que Amy Beach y la Venezolana Teresa Carreño fueron grandes pianistas, amigas  y ambas casadas con músicos compositores. Beach le dedicó su primer concierto para piano a la Carreño.
Su segunda sinfonía en si bemol mayor, OP. 21 es quizás la obra más conocida de este compositor. Es una obra dentro del estilo romántico tardío europeo, pero dotada de un cierto sabor americano que aflora  por toda la partitura. Su orquestación es clara, bastante melódica y ligera. Hay influencias de varios compositores , entre ellos Schubert, Mendelssohn, Schumann y Bizet. Pero a pesar de esas influencias, la personalidad propia de este autor se afirma en la música.
La obra es de unos 36 minutos de duración y se estructura en cuatro movimientos:
            1. Andante non troppo.         11:36.
            2.  Allegretto scherzando        5:09.
            3. Largo e maestoso               8:49.
            4. Allegro non troppo.            10:03.
De los cuatro movimientos el segundo es el más original por las melodías y la dinámica bastante  variada, que crean una pieza muy amena. Es un scherzo vivo, donde no faltan los toques de  picardía y humor. El final en tono épico y solemne recuerda la Quinta Sinfonía de Schubert y la sinfonía No. 1 "Primavera" de Scumann, ambos coincidencialñmente en la misma tonalidad.
La grabación de Teodore Kuchar con la Orquesta Nacional de la Radio de Ucrania es bastante aceptable, se identifica con la mùscia y se concentra en ella de manera bastante emotiva y casi espiritual.
La otra obra que viene en el CD son los Bosquejos Simfónicos, del mismo autor, una suite bastante popular por sus temas de mucho sabor  americano.
El CD es  de la casa Naxos del 2003.

He aqui un video del segundo movimiento de la sinfonía.