jueves, 25 de abril de 2013

Dutilleux: Tout un monde lointain...,




La música y la poesía nos transportan a un mundo lejano y enigmático dentro de nosotros mismos. Cerramos los ojos, hagamos un minuto de silencio a nuestro alrededor, sentémonos muy cómodos y a continuación escuchemos las notas del violonchelo. Dejemos que penetren bien profundo en el inconsciente la melodía punteada por los pizzicatos y entreguémonos  sin ofrecer resistencia. Seamos libres y flexibles. La orquesta responde con un rumor lejano, de tintes oscuros y apagados…
Vayamos al segundo movimiento donde las notas más agudas de los violines y las violas avanzan lentamente entre la melancolía del paisaje. Sigamos adelante, explorando esta obra maravillosa…
Francisco Rivero. Dutilleux. 2013


Henri Dutilleux (n. Angers, Francia, 22 de enero de 1916), es uno de los compositores franceses más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Su música, aunque de vanguardia,  se inscribe dentro de  la  tradición representada por Claude Debussy, Maurice Ravel y Albert Roussel.
En 1933, a los dieciséis años, se trasladó a París, aprobando el ingresó en el Conservatorio.
Obtuvo un primer premio en el curso de armonía y también en el de contrapunto y fuga. En 1936 consiguió un segundo premio del Premio de Roma con su cantata Gisèle, y consiguió el Gran Premio de Roma de composición en 1938 con la cantata L'annau du Roi (El anillo del Rey ), en su tercera tentativa.

Nota Posterior. Una terrible noticia nos impactó  al mes siguiente de este post.


EL UNIVERSAL miércoles 22 de mayo de 2013  10:31 AM
París.- El compositor francés Henri Dutilleux, uno de los músicos contemporáneos más interpretados en el mundo, falleció el miércoles en París a los 97 años de edad, anunció su familia.

Calificado de "moderno clásico", Henri Dutilleux es autor de obras a la vez audaces y accesibles, la última de las cuales, "Correspondencias", fue dada a conocer en enero pasado, en ocasión de su 97 cumpleaños.

"Es uno de los pocos compositores contemporáneos que entró en el repertorio en vida. Tenía eso en común con Olivier Messiaen", declaró a la AFP el director de orquesta Laurent Petitgirard.

"Su obra seguirá siendo intensamente presente después de su muerte", agregó.

Heredero de Debussy, Henri Dutilleux tenía las mismas distancias respecto a los tradicionalistas y a los vanguardistas, y deja una obra de gran intensidad expresiva y sumamente poética

Inmune a las modas, Dutilleux supo llegar incluso a un público insensible a la música contemporánea.

Tout un monde lointain..., es un concierto para violonchelo. La obra fue presentada por vez primera el 25 de Julio de 1970 en el festival l d'Aix-en-Provence, siendo el solista  Mstislav Rostropovitch y  la Orquesta de París bajo la batuta de  Serge Baudo.
Esta obra, de unos 30 minutos de duración se estructura en cinco partes.

  1. Enigma (Très libre et flexible)
  2. Mirada (Extrêmement calme)
  3. Marejada (Large et ample)
  4. Espejos (Lent et extatique)
  5. Himno (Allegro)

Discografía:

  1. Dutilleux: Tout un monde lointain..., Trois Strophes sur le nom de Sacher, L'Arbre des songes, Truls Mørk, Orchestre philharmonique de Radio France (dir. Myung-Whun Chung), Virgin Classics. Grand Prix de l'Académie Charles-Cros (2002).
  2. Dutilleux. Cello Concerto “Tout un monde lointain…” Mstislav Rostropovich Orchestre de Paris / Sergio Baudo. EMI. (2002)



Presentamos también su sinfonia No. 1 de 1951.


lunes, 22 de abril de 2013

Toru Takemitsu: Música de Japón





La música del Japón es a la vez sencilla y  sofisticada por sus timbres sonoros tan exquisitos y  melodías de líneas bastante  puras, que dan la sensación de algo  liviano y etéreo.  Son como las pinturas tradicionales del lejano oriente hechas con unos pocos trazos que de forma magistral van creando paisajes, flores, frutas y figuras  sobre un fondo de papel blanco que representa el espacio vacío,  Sumergirnos dentro de  una atmósfera relajante,  íntima y agradable con una economía de medios es la gran virtud de esta música, que cada día se hace más popular.
Francisco Rivero. Punto sobre verde. 2013.

Toru Takemitsu  ( 1930- 1996),  nació en Tokio en 1930. Comenzó a estudiar composición con Yasuji Kiyose en  1948, si bien permaneció básicamente autodidacta. A los 25 años compone su primera obra, una pieza para el piano titulada  "Lento in due movimenti”.
Takemitsu mostró gran interés en otras  artes como la pintura moderna, la literatura, la poesía, el teatro y el cine. Dejó una producción abundante de música para películas. En 1951, junto con otros artistas provenientes de las más diversas disciplinas funda  el grupo multimedia "Experimental Workshop" bastante conocido por sus exposiciones.

Este interés en diferentes campos artísticos y su condición de autodidacta influenció bastante su estilo avant-garde. Utilizó cintas grabadas  de sonidos reales (Música concreta) para crear collages musicales a comienzos de los 50.  En los años 60 la influencia del folklore tradicional japonés se hace presente en su producción:  November Steps,(1967), para  biwa, shakuhachi  y orquesta.  También el llamado de la naturaleza  aparece: ARC I (1963), para orquesta y  A Flock Descends into the Pentagonal Garde, (1977) para orquesta.

Francisco Rivero. Takemitsu. 2013.
El primer reconocimiento del público a Takemitsu como uno de los grandes compositores del Japón se debe a su obra Requiem for strings (1957). Es una obra de un solo movimiento que sorprende por lo compacto de sus ideas musicales, creando nuevas variaciones  a medida que el tiempo avanza lentamente con cambios de dinámica y modulaciones.
La siguiente grabación de un video  casero, es bastante elocuente.


miércoles, 17 de abril de 2013

Braga Santos: Sinfonista Apasionado





Portugal es una nación famosa y conocida por sus vinos, como los del Douro y  el Vino de Porto, sus jugadores de futbol como Cristiano Ronaldo y su producción de corcho. ¿ Que conocemos de su música?
El compositor portugués José Manuel Joly Braga Santos (1924-1988) escribió seis sinfonías a lo largo de su carrera. La primera influenciada por algunos post románticos como Vaughan Williams, Walton,  y Respighi y algunos neoclásicos como Stravinsky, Honegger y Martinu.

Francisco Rivero. Braga Santos. 2013

Presentamos hoy La Sinfonía  No. 1  en re mayor  "A los mártires y héroes de la última Guerra Mundial" (1947). Una obra llena de pasión y amor que se traduce en notas de gran energía. En primer lugar recomiendo esta obra muchísimo a los nuevos oyentes por su sencillez y facilidad de audición. Es música tonal con temas atractivos además de  una dinámica que  continuamente nos mantiene en interés y no nos deja de sorprender.
Al final de la Segunda Guerra Mundial muchos compositores dedicaron sus sinfonías a las víctimas de la Segunda Guerra, como es el caso de Shostakovich, Prokofiev, Martinú, Honegger, Stravinsky,….etc.  Si bien estas sinfonías son obras narrativas (hechas para conmover y recordar a los oyentes de aquellas épocas) y con una motivación especial por un acontecimiento de hace casi 70 años, no han pasado de moda. Ellas no han perdido su frescura y atractivo como obras de arte clásicas e inmortales.
 La obra, de unos 36 minutos de duración  se estructura en tres movimientos
I. Molto sostenuto - Allegro energico  
II. Andante, molto tranquillo
III. Allegro assai
El primer movimiento se inicia con unos acordes en los bajos que van modulando poco a poco para construir una melodía sencilla pero de mucha fuerza que genera un ambiente de solemnidad. El sonido ronco de maderas viejas en los instrumentos de cuerdas va a garrando fuerza y calor como un vino de Oporto en el paladar. El segundo tema un poco más movido evoluciona en pasajes agresivos marcados por los golpes de percusión y estacatos en las cuerdas.
El segundo movimiento más tranquilo y de textura homofónica, avanza lentamente entre golpes mudos del timbal y melodías de las cuerdas y las maderas llenas de nostalgia. Aquí la flauta asume momentos de gran lirismo.
El tercer movimiento, que entra en attaca, irrumpe con los violonchelos y contrabajos en los registros más bajos, contraponiéndose en dos grupos. Al final volvemos con el tema inicial del primer movimiento para darle a la obra un carácter cíclico.


 

Discografía:
Portuguese Symphony Orchestra conducted by Álvaro Cassuto. Marco Polo.

miércoles, 10 de abril de 2013

Hugo Alfvén: Algo más que notas musicales…




Algunos compositores poseen una sensibilidad especial y consumada  habilidad  para transmitir en sonidos sus experiencias visuales, produciendo obras que al ser escuchadas evocan fácilmente lugares y acontecimientos. Esto es lo que se ha llamado Música Programática, de la cual se tienen ejemplos tan claros, famosos y conocidos como las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi y la Sexta Sinfonía de Beethoven.  Berlioz y Franz Liszt le dieron un gran impulso a este género, que nació con ellos y se desarrolló hasta alcanzar la plenitud con la música de las películas de Holliwood.  Algunos románticos como Brahms criticaron la música de programa, como algo impuro y ajeno al plano musical. En el otro extremo de la balanza tenemos a un Wagner, para la cual la música era tan solo una parte de un gran espectáculo que combinaba poesías, leyendas, decorados, imágenes, trucos de iluminación, declamación  y cantos. La música programática alcanzó su edad de oro a fines del siglo XIX y comienzos del XX con los poemas sinfónicos. 

Francisco Rivero. HUgo Alfven. 2013.

La disputa aún hoy en día continúa entre los puros académicos y los programáticos. Para algunos músicos modernos la música debe ser completamente objetiva, sin alusiones a sucesos o eventos extra musicales. La música debe referirse, en todo caso, a ella misma. Esto es lo que ha sido llamado “música al cuadrado”. Pero… ¿Cómo quitar la subjetividad al arte? ¿La música sería entonces una ciencia de los sonidos? ¿Cero expresiones y sentimientos? ¿Una rama de la acústica?
Hugo Alfven (1872-1960)  compositor  que se dio a conocer entre el público como el genuino representante del espíritu sueco es uno de estos felices ejemplares. Su doble condición de pintor y músico se palpa en sus obras. Este músico poseedor de un estilo que ha sido llamado por algunos como “ híper romanticismo nórdico” es el más importante  después de Franz Berwald (1796-1868). Suecia,  un país famoso por sus automóviles Volvo, las bolineras SKF y las canciones del grupo ABBA. 
Las obras de Alfvén se destacan por un lenguaje musical directo y lleno de emoción influenciado por las melodías y ritmos folklóricos de su tierra, que atraen fácilmente la atención y el interés de todos los oyentes. Alfvén  fue el primero de su país que se apartó de las influencias foráneas de Dinamarca y Alemania, creando un estilo nacionalista.
Hugo Alfven compuso su Primera Sinfonía en Fa menor Op. 7 en el año de 1897, cuando contaba  apenas 24 años. Una obra de casi una hora de duración, con una paleta orquestal muy rica y deleitosa,  en cuatro movimientos y  que deja ver las  marcadas influencias de Brahms en lo formal, pero, por otro lado,  que anuncia los brillantes episodios llenos de un romanticismo cautivante, apasionado y nostálgico que más tarde encontraremos en las obras de  Sibelius y Rachmaninov
Después de una presentación algo controvertida por parte de la Orquesta de la Opera Sueca, la obra sufrió muchas modificaciones, hasta que fue publicada en forma definitiva en 1951. Sin embargo ese año de 1897 marca un hito importante en su carrera pues de allí en adelante se le considera un autor respetado.  Compuso un total de 5 sinfonías, 3 Rapsodias Suecas, Ballets y Suites orquestales.
Para su Segunda Sinfonía en re mayor Op. 11, completada en 1899, el autor se inspira en la belleza del paisaje del archipiélago de Estocolmo, lugar favorito de su infancia, y la obra surge con un programa, que comienza brillante y luminoso en el primer movimiento pero luego se transforma en un drama terrible, que refleja los conflictos del mundo interior del autor. Una obra que algunos han comparado con la sinfonía Fantástica de Berlioz, por el programa y los efectos musicales.
 Mencionamos sus tres Rapsodias Suecas en donde Alfven expone lo mejor de su estilo.
La Rapsodia Sueca No. 1 Op. 19 “Midsommarvaka (Fiesta del Verano o Vigilia del Verana), refleja el ambiente alegre del festival más importante  de Suecia a mitad del verano, cuando ocurre el día más largo del año. Posee melodías populares bastante pegajosas que son inolvidables para el que las escucha. Esta Rapsodia fue escrita en 1903. Es una obra de unos 14 minutos de duración, bonita y pegajosa que ha pasado a ser una especie de Tarjeta Postal para turista que con sus pinceladas de brillante colorido orquestal nos describe el paisaje y la vida campesina de Suecia.
De acuerdo al Programa la música describe el entusiasmo de los jóvenes en su camino hacia el festival de danzas. Comienza todo con una melodía popular por parte de las maderas que se repite, es tomada por el bajo, deformada de manera jocosa. Ante intromisión burlista responde la orquesta en pleno, lo que da origen a una algarabía en donde no faltan los golpes, gritos y resoplidos, tan típicos de una pelea a puñetazos. Por encima de todo, los violines imponen el ritmo de la danza. Poco a poco cesa el tumulto para dar paso a una escena suave y romántica, donde dos jóvenes enamorados se aíslan del grupo, iluminados por los rayos de la luna. Llega el amanecer y la pareja se une al grupo para seguir bailando y disfrutando. Vuelven los violines con su danza in cesante que arrastra a las parejas en su girar infinito con más calor y energía que al comienzo.
No menos atractiva e interesante es la Rapsodia Sueca No. 2 Op. 24  “Uppsala”, escrita en 1907, para celebrar los 200 del natalicio del famoso naturalista Carlos Linneo (El hombre que creó la taxonomía científica con los nombres en latín para plantas y animales). Fue un festival organizado por la Universidad de Uppsala y por lo tanto la obra tiene un tono más formal y solemne. Se asemeja mucho a la Obertura Académica de Brahms.
Comienza con tema de carácter noble por parte de los trompas, el cual migra luego a las maderas y es tomado por la orquesta en pleno. Después a parece el tema principal de carácter festivo y celebra torio. En general es una pieza alegre con algunos pasajes humorísticos en donde se citan algunas canciones estudiantiles.
Como ya se dijo, Alfven fue un consumado pintor que se dedicó al género de la acuarela con bastante maestría. Una vez visitó el Lago Orsa y la vista desde las colinas cercanas, lo cautivó. No solo dejó bellas acuarelas sobre el tema, sino que también plasmó sus impresiones musicales en  la Rapsodia Sueca No. 3 “Dalacarlian”. Es una obra de unos 20 minutos de duración compuesta en 1932. De carácter sereno y contemplativo dentro del mejor estilo Post romántico, Alfvén muestra sus dotes y maestría de un compositor maduro,  con una orquesta suntuosa que mediante el empleo de complejas armonías crea un clima sentimental de nostalgia y admiración por el paisaje y la naturaleza.



Discografía:
Hugo Alfven. Sinfonías 1-5, Rapsodias Suecas. Orquesta Sinfónica  de Estocolmo. Neeme Järvi. Brilliant Classics. 1993.