lunes, 8 de diciembre de 2014

Enrique Granados: Músico nacionalista y Universal.





La imagen poética de un pianista, un jardín donde florecen los naranjos y una noche estrellada de verano son algunas de las impresiones que surgen en nuestra mente al escuchar la música de Granados. Música ricamente elaborada, de melodías sensuales y vacilantes, que enervan los sentidos cual perfume de azahar.

Francisco Rivero. Granados. 2014

Pantaleón Enrique Joaquín Granados Campiña, nació en Lérida, un 27 de julio de 1867 compositor y pianista español, de estilo neorromántico,   reconocido por su obra pianística, especialmente para la suite Goyescas (1911), en la que basó también la ópera del mismo nombre. Creó la escuela de piano en Barcelona, que ha producido figuras tan relevantes como Frank Marshall y Alicia de Larrocha.
Su obra evoca con claridad  el piano de Chopin, Schubert, Schumann y Edvard Grieg.
En el 2016 se cumplen 100 años de su muerte trágica en el Canal de La Mancha.


Escuchemos el Allegro de Concierto, una bella obra de este compositor del año 1903 en la manos prodigiosas de esta joven polaca.




jueves, 4 de diciembre de 2014

Fritz Kreisler: Violinista virtuoso del siglo XX.




Fritz Kreisler  fue uno de los más importantes violinistas de comienzos del siglo XX. Su estilo de ejecución era impecable, preciso y bastante   emotivo a la vez. Son famosos sus arreglos de obras de otros compositores y sus pequeñas piezas para violín y piano.

Francsico Rivero. Fritz Kreisler. 2014.

Descubrí hace poco uno de sus temas, que había escuchado hace bastante y quedó grabado en mi mente de manera entrañable. Es la Introducción y Allegro de Pugnani – Kreisler. Una pieza de unos cinco o seis minutos que capta la atención del oyente con una melodía sencilla de grandes intervalos, con aires de rapsodia. Crea un ambiente de misterio esta introducción lenta, sinuosa  y algo oscura, que al pasar al allegro se resuelven en brillantes trinos, estacatos y dobles cuerdas, creando piruetas acrobáticas que le erizan los pelos a uno.
Este tema se grabó en mi mente, pues lo escuché infinidad de veces: servía de presentación en un programa de la Radio Nacional de Venezuela, por allá por los años 60 del siglo pasado. La grabación era de la violinista Ida Handel, en mi opinión  insuperable, a pesar de los grandes violinistas que tenemos hoy en día.
UN segundo descubrimiento fue el saber que Kreisler no arreglaba sino que componía. Es el verdadero autor de esta pieza, y muchas otras que el  mismo atribuía a compositores famosos como Vivaldi, Bach, Corelli,…etc. ( Que hombre tan modesto era este!) En realidad fue un violinista consentido del público, que tuvo fama,  dinero y aplausos. No necesitó del reconocimiento como compositor. Al contrario, según dijo el mismo, si empiezo a dar conciertos con mis propias obras, como hacen algunos compositores,  la gente se sentirá aburrida.


lunes, 2 de junio de 2014

El alma insondable de Hans Pfitzner


Francisco Rivero. Pfitzner. 2014


Definitivamente,  hay artistas de gran valía, cuyas obras han caído en el olvido: algunos porque su mensaje no llega  a las mayorías por ser incomprensible, otros por ser epígonos de compositores más famosos y otros por razones que desconozco. Tal es el caso del músico  Hans Pfitzner (Moscú, 5 de mayo de 1869 — Salzburgo, 22 de mayo de 1949) compositor y director de orquesta alemán cuyo nombre se asocia con una gran opera que aún  se mantiene en el repertorio: Palestrina.
La música de Pfitzner es elusiva y misteriosa, quizás de difícil audición. Hay que escucharlo repetidas veces para comprenderlo y captar el mensaje oculto de un alma insondable. No se esfuerza este hombre en cautivar a los oyentes con facilismos baratos de efecto inmediatista. Su música es bella por sus armonizaciones bien equilibradas y el empleo de la tonalidad, pero carece de dramatismos que conmuevan nuestra alma.
Fue contemporáneo de Reger y Richard Strauss, dos artistas con los cuales se pueden establecer paralelos y semejanzas. Desafió a los modernistas como Busoni Y Schoenberg, pues se definió como un conservador a ultranza. Su adhesión al pasado en medio de una época de pujantes vanguardias le pasó factura a su fama después de muerto. Reconocemos en sus obras un dominio magistral de contrapunto y su infinita inventiva melódica en los desarrollos de motivos bastante simples.
 Nacido en Moscú, Rusia, Pfitzner pasó la mayor parte de su vida en Alemania, trabajando como director, pianista y profesor además de compositor. Pfitzner era hijo de un violinista profesional y desde muy joven recibió lecciones de su padre. La familia se mudó a Fráncfort del Meno en 1872.
Entre sus obras de cámara está un Quinteto para piano y cuarteto de cuerdas en Do mayor op.23, de 1908, que marca el inicio de su carrera como compositor. Sigue este quinteto los modelos de  Schumann y Brahms en cuanto forma y la manera de combinar los instrumentos creando un tejido bastante rico de contrapunto y pequeñas melodías.
Hoy empiezan a grabarse sus obras tímidamente. Posee tres sinfonías, un Concierto para violín en Si menor, op. 34 (1923) dedicado a  la violinista australiana Alma Moodie. También  escribió tres conciertos para violonchelo y un doble concierto para violín y violonchelo.
Una de sus últimas obras, el Sexteto en Sol menor op. 55, escrito para una combinación inusual de clarinete,  piano, contrabajo, violonchelo, violín y viola es una obra ligera de carácter apacible que se conecta fácilmente con las serenatas del rococó.

viernes, 30 de mayo de 2014

Erwin Schulhoff. Sonidos y ritmos de jazz entre dos guerras.



Francisco Rivero. Schulhoff. 2014




Este músico checo, nacido en Praga, el 8 de junio de 1894 fue un compositor  de origen judío bastante prolífico y poco conocido.
Tras estudiar durante su infancia en el Conservatorio de Praga, se trasladó a Viena y cursó estudios superiores en Leipzig y Colonia, donde ganó el Premio Mendelssohn en las especialidades de piano (1913) y composición (1918). Recibió clases de Debussy y Reger y durante los años de la Primera guerra mundial sirvió en el frente, experiencia bélica que le llevo a desarrollar un antibelicismo radical.
Fue un típico músico de entreguerras, como Kurt Weill, Paul Hindemith y Hans Eisler, quienes experimentaron  con diversos estilos. A partir de 1919 entra en contacto con la vanguardia artística alemana. En 1923 regresa a Praga, donde gana reputación como concertista gracias a su formidable técnica pianística. En sus programas hace hincapié en la música de vanguardia, estrenando las primeras obras microtonales para el instrumento. También desempeña una intensa actividad como pianista de jazz.
Compuso música para el piano, siete sinfonías, música de cámara y conciertos para diversos instrumentos. Destaca su maravilloso  Concerto doppio  para flauta, piano, orquesta de cuerdas y dos trompas (1927). Una obra de estilo neoclásico al estilo del concertó Grosso de los músicos del barroco, de gran atractivo por la vivacidad  y dinamismo de sus temas.
Lamentablemente, su brillante carrera a se vio truncada por las horribles circunstancias de la guerra.  Murió en campo de concentración de Wülzburg (cerca de Weissenburg in Bayern), 18 de agosto de 1942, enfermo de tuberculosis.