La imagen poética de un pianista, un jardín donde florecen
los naranjos y una noche estrellada de verano son algunas de las impresiones
que surgen en nuestra mente al escuchar la música de Granados. Música ricamente
elaborada, de melodías sensuales y vacilantes, que enervan los sentidos cual perfume de azahar.
Francisco Rivero. Granados. 2014
Pantaleón Enrique Joaquín Granados Campiña, nació en Lérida,
un 27 de julio de 1867 compositor y pianista español, de estilo
neorromántico,reconocido por su obra
pianística, especialmente para la suite Goyescas (1911), en la que basó también
la ópera del mismo nombre. Creó la escuela de piano en Barcelona, que ha
producido figuras tan relevantes como Frank Marshall y Alicia de Larrocha.
Su obra evoca con claridad el piano de Chopin, Schubert, Schumann y
Edvard Grieg.
En el 2016 se cumplen 100 años de su muerte trágica en el
Canal de La Mancha.
Escuchemos el Allegro de Concierto, una bella obra de este compositor del año 1903 en la manos prodigiosas de esta joven polaca.
Fritz Kreislerfue
uno de los más importantes violinistas de comienzos del siglo XX. Su estilo de
ejecución era impecable, preciso y bastanteemotivo a la vez. Son famosos sus arreglos de obras de otros
compositores y sus pequeñas piezas para violín y piano.
Francsico Rivero. Fritz Kreisler. 2014.
Descubrí hace poco uno de sus temas, que había escuchado
hace bastante y quedó grabado en mi mente de manera entrañable. Es la Introducción y Allegro de Pugnani – Kreisler.
Una pieza de unos cinco o seis minutos que capta la atención del oyente con una
melodía sencilla de grandes intervalos, con aires de rapsodia. Crea un ambiente
de misterio esta introducción lenta, sinuosa y algo oscura, que al pasar al allegro se resuelven
en brillantes trinos, estacatos y dobles cuerdas, creando piruetas acrobáticas
que le erizan los pelos a uno.
Este tema se grabó en mi mente, pues lo escuché infinidad de
veces: servía de presentación en un programa de la Radio Nacional de Venezuela,
por allá por los años 60 del siglo pasado. La grabación era de la violinista
Ida Handel, en mi opinión insuperable, a
pesar de los grandes violinistas que tenemos hoy en día.
UN segundo descubrimiento fue el saber que Kreisler no
arreglaba sino que componía. Es el verdadero autor de esta pieza, y muchas
otras que el mismo atribuía a
compositores famosos como Vivaldi, Bach, Corelli,…etc. ( Que hombre tan modesto
era este!) En realidad fue un violinista consentido del público, que tuvo fama,
dinero y aplausos. No necesitó del
reconocimiento como compositor. Al contrario, según dijo el mismo, si empiezo a
dar conciertos con mis propias obras, como hacen algunos compositores,la gente se sentirá aburrida.
Definitivamente, hay
artistas de gran valía, cuyas obras han caído en el olvido: algunos porque su mensaje
no llegaa las mayorías por ser
incomprensible, otros por ser epígonos de compositores más famosos y otros por
razones que desconozco. Tal es el caso del músico Hans Pfitzner (Moscú, 5 de mayo de 1869 —
Salzburgo, 22 de mayo de 1949) compositor y director de orquesta alemán cuyo
nombre se asocia con una gran opera que aúnse mantiene en el repertorio: Palestrina.
La música de Pfitzner es elusiva y misteriosa, quizás de difícil
audición. Hay que escucharlo repetidas veces para comprenderlo y captar el
mensaje oculto de un alma insondable. No se esfuerza este hombre en cautivar a
los oyentes con facilismos baratos de efecto inmediatista. Su música es bella
por sus armonizaciones bien equilibradas y el empleo de la tonalidad, pero
carece de dramatismos que conmuevan nuestra alma.
Fue contemporáneo de Reger y Richard Strauss, dos artistas
con los cuales se pueden establecer paralelos y semejanzas. Desafió a los
modernistas como Busoni Y Schoenberg, pues se definió como un conservador a
ultranza. Su adhesión al pasado en medio de una época de pujantes vanguardias
le pasó factura a su fama después de muerto. Reconocemos en sus obras un dominio
magistral de contrapunto y su infinita inventiva melódica en los desarrollos de
motivos bastante simples.
Nacido en Moscú,
Rusia, Pfitzner pasó la mayor parte de su vida en Alemania, trabajando como
director, pianista y profesor además de compositor. Pfitzner era hijo de un
violinista profesional y desde muy joven recibió lecciones de su padre. La
familia se mudó a Fráncfort del Meno en 1872.
Entre sus obras de cámara está un Quinteto para piano y cuarteto de cuerdas en Do mayor op.23, de
1908, que marca el inicio de su carrera como compositor. Sigue este quinteto
los modelos de Schumann y Brahms en cuanto
forma y la manera de combinar los instrumentos creando un tejido bastante rico
de contrapunto y pequeñas melodías.
Hoy empiezan a grabarse sus obras tímidamente. Posee tres
sinfonías, un Concierto para violín en Si
menor, op. 34 (1923) dedicado a la
violinista australiana Alma Moodie. También escribió tres conciertos para violonchelo y un
doble concierto para violín y violonchelo.
Una de sus últimas obras, el Sexteto en Sol menor op. 55, escrito para una combinación inusual
de clarinete, piano, contrabajo,
violonchelo, violín y viola es una obra ligera de carácter apacible que se conecta
fácilmente con las serenatas del rococó.
Este músico checo, nacido en Praga, el 8 de junio de 1894 fue
un compositor de origen judío bastante
prolífico y poco conocido.
Tras estudiar durante su infancia en el Conservatorio de
Praga, se trasladó a Viena y cursó estudios superiores en Leipzig y Colonia,
donde ganó el Premio Mendelssohn en las especialidades de piano (1913) y
composición (1918). Recibió clases de Debussy y Reger y durante los años de la
Primera guerra mundial sirvió en el frente, experiencia bélica que le llevo a
desarrollar un antibelicismo radical.
Fue un típico músico de entreguerras, como Kurt Weill, Paul
Hindemith y Hans Eisler, quienes experimentaron con diversos estilos. A partir de 1919 entra
en contacto con la vanguardia artística alemana. En 1923 regresa a Praga, donde
gana reputación como concertista gracias a su formidable técnica pianística. En
sus programas hace hincapié en la música de vanguardia, estrenando las primeras
obras microtonales para el instrumento. También desempeña una intensa actividad
como pianista de jazz.
Compuso música para el piano, siete sinfonías, música de cámara
y conciertos para diversos instrumentos. Destaca su maravilloso Concerto
doppiopara flauta, piano, orquesta
de cuerdas y dos trompas (1927). Una obra de estilo neoclásico al estilo del concertó
Grosso de los músicos del barroco, de gran atractivo por la vivacidady dinamismo de sus temas.
Lamentablemente, su brillante carrera a se vio truncada por
las horribles circunstancias de la guerra. Murió en campo de concentración de Wülzburg
(cerca de Weissenburg in Bayern), 18 de agosto de 1942, enfermo de
tuberculosis.