jueves, 31 de agosto de 2017

Los Conciertos para piano IX.

Francis Poulenc. Concierto para piano en do sostenido menor.

Las cosas simples tienen su encanto especial.
El  Concierto para piano en do sostenido menor, FP 146, por Francis Poulenc, escrito en 1949, por encargo de la Orquesta Sinfónica de Boston, es una obra bastante agradable sencilla y de fácil audición.

¿Quién era ese Poulenc que componía música bastante simple, superficial, y sencilla?
En primer lugar, Poulenc no era alemán ni ruso.

Francisco Rivero. Francis POulenc. 2017

De acuerdo a la Wikipedia:
Poulenc nació en París en 1899 en una familia acomodada. Su padre farmacéutico le dejó como herencia laboratorios de farmacia. Su madre, pianista aficionada, le enseñó a tocar y la música formaba parte de la vida familiar. Dado que fue un pianista capaz, el piano tomó gran parte en sus primeras composiciones. Asimismo, a lo largo de su carrera, tomó como modelos de composición a Wolfgang Amadeus Mozart y Camille Saint-Saëns.
Poulenc era miembro de Les Six, un grupo de jóvenes compositores franceses, Milhaud, Auric, Durey, Honegger y Tailleferre, que también tenían vínculos con Erik Satie y Jean Cocteau. Él abrazó las técnicas del movimiento Dada, creando melodías que han desafiado lo que se consideró apropiado para salas de música parisinas. Ya se había identificado con este grupo antes de llevar a cabo su primera formación musical formal, con Charles Koechlin en 1921 y sus estudios de piano con el célebre Ricardo Viñes.

Este concierto fue un encargo de la Orquesta Sinfónica de Boston (BSO) para restaurar las relaciones entre París, ciudad natal de Poulenc, y los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Fue estrenado por la BSO bajo la batuta de Charles Munch y el compositor al piano, el 6 de enero de 1950. Es un concierto ligero de pocas dificultades técnicas, que suena bonito, aun en manos de pianistas de segunda fila.
La obra se inscribe dentro del estilo neoclásico con los cinco atributos propios del gusto francés, como lo son el distanciamiento, la claridad, la compostura, la brevedad  y la concisión. Poulenc incorpora técnicas compositivas modernas (Collage musical o cobija de la abuela hecha de retazos) pegando aquí y allá melodías de diversos estilos, citando a otros compositores, pero todo ello con buen gusto y sentido de la proporción.

Primer movimiento. 

El primer movimiento se inicia con una melodía muy ligera y pegajosa, que se repite varias veces en el piano y los instrumentos de viento. Luego hay otra sección más romántica  que recuerda a varios temas de Rachmaninov. La música deambula de un lado a otro sin llegar a una meta concreta.
El Andante con moto adquiere un cierto reposo después de su tierno y triste inicio.
 El último movimiento incorpora un antiguo canto marino, canciones populares y hasta música brasileña
El Concierto para piano de Francis Poulenc, tiene tres movimientos, y dura alrededor de 20 minutos.
1.      Allegretto .                              10:03
2.      Andante con moto .                6:38
3.      Rondeau à la française          3:40

Discografía:

Pascal Rogué (Piano). Charles Dutoit- Orquesta Filarmonía. Decca. 1993.



miércoles, 30 de agosto de 2017

Los Conciertos para piano VIII.

Dmitri Shostakovich.  Dos conciertos para piano.


I) 1933.

El Concierto en do menor para Piano, trompeta y orquesta de cuerda, Opus 35, fue completado por Dmitri Shostakovich en 1933. Su estreno se dio  el 15 de octubre de 1933 en la apertura  de la temporada conciertos de la Orquesta Filarmónica de Leningrado, con  Shostakovich en el piano.   Shostakovich tocó  y el concierto fue bien recibido. La presentación se repitió el 17 de octubre.

Francisco Rivero. Shostakovich 2. 2017


A pesar del título, la obra podría clasificarse con mayor precisión como un concierto de piano en lugar de un doble concierto en el que la trompeta y piano se igualan en prominencia. Las partes de trompeta con frecuencia toman la forma de interjecciones sardónicas,  insuflando  de  humor y el ingenio la obra. La obra es una especie de parodia que contiene citas de composiciones famosas, elementos del Jazz y canciones de Music Halls. Es una obra experimental, escrita para sí mismo. Emplea técnicas compositivas novedosas, apartándose de los moldes clásicos, insertando trozos de melodías como en la técnica del collage usada por los pintores cubistas de principios del siglo XX.
Shostakovich trabajó en los años veinte como pianista en los cines mudos. Un trabajo de improvisación de melodías conocidas para dar más dramatismo a las películas. Uno de los objetivos del concierto es el de recrear este tipo de ambientes algo cursis para un oyente moderno.

Inmediatamente después de la cadenza para piano solo,  La trompeta asume una importancia relativamente igual al piano, durante la conclusión del último movimiento.  

El concierto consta de tres o cuatro movimientos, dependiendo de la interpretación:
1.      Allegretto                               6:01
2.      Lento                                      7:39
3.      Moderato                               1:26
4.      Allegro con brio                     6:29

II) 1957.

El Concierto para piano en Fa Mayor, Op. 102. fue compuesto en la etapa otoñal del autor en 1957, cuando trabajaba en  su Sinfonía No. 11. Después de la muerte de Stalin en 1953, el comunismo aflojó las garras, se suavizó la censura en la URSS y vino un periodo  de libertades para los artistas (El deshielo). Sin embargo, a pesar de quitarse de encima el pesado yugo del miedo a  los censores, Shostakovich atravesaba una profunda crisis interior y componía muy poco. Esto le llevo a escribir en 1957 en un tono muy pesimista “Estoy componiendo mal. Acabo de completar un concierto para piano que no posee ningún valor artístico ni espiritual”.  Todo lo contrario, aunque es un concierto recién salido del refrigerador soviético, expresa felicidad y  figura entre los mejores del siglo XX.


Un concierto mucho más formal  y tradicional que el anterior, que puede ser considerado como una síntesis de lo mejor de Shostakovich. El concierto fue dedicado a  su hijo Maxim en ocasión de su cumpleaños número 19, quien dio la premier al piano en el Conservatorio de Moscú en su graduación  como pianista.

El primer movimiento comienza con la exposición de un tema bastante simple, jovial y sencillo, un silbido algo pegajoso de carácter marcial,  por parte de los instrumentos de viento. Es el tema de los Jóvenes Pioneros Soviéticos.
Luego entra el piano y lo repite. En la sección de desarrollo hay episodios de bravura por parte del piano a medida que la música va ganando calor. Luego  estalla una batalla frenética entre el solista y la orquesta; un clima de alegría contagiosa con  ritmos vertiginosos de Polka y Galopes.
El segundo movimiento contrasta con los dos de los extremos por su carácter sereno y reflexivo. Es un bello andante en donde el piano y las cuerdas se unen para crear una atmosfera de tierno lirismo.
El allegro final es una pieza llena de energía vibrante en ritmo de marcha. Son variaciones de algunos de los temas del primer movimiento.

El concierto se estructura en tres movimientos.

Allegro                        6:49
Andante                      5:38.
Allegro                        5:29.


Discografía
En casi todas las grabaciones existentes los dos conciertos vienen apareados.
1.      Dmitri Shostakovich ( Piano). Orquesta Sinfonica de la Radio de Moscú. Yedang Classics.
2.      Marc-André Hamelin ( Piano) Orquesta Sinfonica Escocesa BBC. Hyperion.
3.      Alexander Toradze ( Piano). Orquesta Sinfónica de la radio de Franckfurt. Paavo Järvi. Chandos. 2012.

4.      Anna Vinnitskaya ( Piano) Kremerata Baltica- Siglo XX.





martes, 29 de agosto de 2017

Los Conciertos para piano VII.

Serguéi Rachmaninov:   Concierto para Piano no.3 en Re menor Op. 30


El Concierto para piano n.º 3 en re menor, opus 30 de Serguéi Rachmaninov (1873-1943) es famoso por su exigencia musical y técnica para el intérprete. Tiene la reputación de ser uno de los conciertos para piano más difíciles del repertorio pianístico.

Francisco Rivero. Concierto No. VII. 2017

Rachmaninov, quien estaba a punto de emprender una gira de conciertos por los Estados Unidos y Canadá, llevaba tiempo preparando algunas obras para el piano, en su nativa Rusia. Su Segunda Sinfonía y el Concierto para piano No. 2, le permitieron  ganar una bien asentada fama de compositor, que trascendió las fronteras nacionales. En   septiembre de 1909 en la quietud de su hacienda familiar, Ivánovka, completó la partitura del Concierto para piano No. 3.  Poco después Rachmaninov embarcó para los Estados Unidos. Se estrenó el 28 de noviembre del mismo año por la antigua Sociedad de la Orquesta Sinfónica de Nueva York, bajo la batuta de Walter Damrosch y el propio compositor al piano.

El más difícil de los conciertos.

El Tercer Concierto de Rachmaninov está considerado como uno de los más difíciles y exigentes para el piano. Jósef Hofmann a quien fue dedicado no lo llegó a tocar públicamente alegando que "no era para él". El compositor escribió dos versiones de la "cadenza": la primera corta, fácil y suave y la segunda que anotó Ossia (alternativa), más larga, grandiosa y difícil, tanto que ni siquiera el propio Rachmaninov la interpretaba.
El concierto es de una belleza apasionadamente romántica que posee un virtuosismo que realmente arrebata y subyuga. Es profundamente ruso desde el principio hasta el final y se inserta en la tradición de los románticos como Tchaikovsky y Borodin.

Estructura.

La obra de unos 40 minutos de duración se estructura en cuatro movimientos.

1.       Allegro ma non tanto                                    15:50            
2.       Intermezzo (Adagio)                         10:38             
3.       Finale (Alla breve)                            14:17  

Historia de las grabaciones.


La primera grabación del concierto fue realizada por Vladimir Horowitz acompañado por la Orquesta Sinfónica de Londres dirigida por Albert Coates  en 1930. Rachmaninov lo grabó entre 1939 y 1940 con la Orquesta de Filadelfia y bajo la batuta de Eugene Ormandy.
Entre mi discoteca personal he hallado algunas versiones de este concierto que bien vale la pena destacar.
1) Una de las más viejas corresponde al texano Van Cliburn con la Orquesta Sinfónica del Aire del sello Columbia. Año 1958.
2) Una de las grabaciones más populares fue la del pianista Byron Janis, con el director Antal Dorati y la Orquesta Sinfónica de Londres, en 1961. Sello Mercury Living. Esta y la anterior son grabaciones Mono originales y remasterizadas suenan muy bien.. A pesar del paso de los años, todavia mantienen un sonido agradable, blando y aterciopelado ideal para un fondo musical de algúna oficina de trabajo.
3) El virtuoso español Rafael  Orozco grabó los cuatro conciertos de Rachmaninov en 1972-73. Orquesta Filarmonia con Edo de Waart. Sello Phillips.
4) De los años 70 es la famosa grabación de Ashkenazy, considerada por algunos eruditos en el tema, como insuperable.
5) La ucraniana Valentina Lisitza, quien grabó también  la tetralogía más la Rapsodia Paganini, junto el director Michael Francis y la Orquesta Sinfónica de Londres en el Sello DECA. 2013.
6) La pianista china Yuja Wang, con la Orquesta Simón Bolívar dirigida por Gustavo Dudamel es una de las mejores versiones que he escuchado. Una grabación en vivo con una edición de sonido muy profesional. Bastante suave, ligera y equilibrada la orquesta, con un brillo especial que imparte Dudamel. Los pequeños toques picantes y muy personales de la joven de dedos de acero en el piano,  realzan la pieza. Sello DG. 2013.

7) La dupla Leif Ove Adnes y Antonio Pappano con la Sinfónica de Londres también es una opción innovadora. Sello EMI 2010.

Aqui está la sensacional Juja Wan








lunes, 28 de agosto de 2017

Los conciertos para piano. VI

George Gershwin (Orq. Grofé) .  Rhapsody In Blue

George Gershwin (1898 – 1937), con nombre de nacimiento Jacob Gershovitz, fue un compositor y pianista estadounidense, que alcanzó el éxito en los años 20 con la composición de canciones populares y algunos musicales de Broadway.

Francisco Rivero. Rascacielos. 2017

Paul Whiteman fue el director más popular de la década de 1920 y gozó el título de "Rey del Jazz" . Tenía una gran orquesta de baile grande que utilizaba músicos provenientes del  jazz de vez en cuando.  Whiteman convenció a  Gershwin de escribir  una partitura de piano para un gran concierto. El músico y arreglista  Ferde Grofé, quien trabajaba para  Whiteman, serían capaz de organizar el trabajo de Gershwin a la medida de la banda.
Se sabe que empezó a escribir este concierto el 24 de enero de 1924, para un estreno que debería darse el 12 de febrero - cumpleaños de Abraham Lincoln.  La Rapsodia, con su compositor como solista, fue estrenada delante de  una distinguida audiencia que incluía al compositor  Sergei Rachmaninoff el  violinista  Fritz Kreisler y el director  Leopoldo  Stockowski.
Rhapsody in Blue es un icono de la cultura americana y uno de los grandes conciertos para piano, que tuvo una notable influencia en otros compositores. Paradójicamente, en un primer momento fue algo criticado por los músicos “serios” de su propio país, Copland, Harris, Piston, …etc. por ser una obra más bien popular y demasiado Jazzy. Sin embargo el tiempo le dio la razón a Gershwin. Para muchos compositores europeos, que lo conocieron personalmente y lo apoyaron, como Ravel, Stravisnky y Schoenberg, entre otros,  Gershwin era el compositor americano de mayor valía.
Rhpasody in  blue es una obra en tres partes, tocadas sin pausa de un solo movimiento de unos 16 minutos, dependiendo del interprete, pues la obra permite cierta improvisación, al estilo del Jazz. Se inicia con  un motivo ondulante por parte del clarinete. Luego hace lo propio la trompeta con sordina y el saxofón  y  hace su entrada el piano de manera algo indecisa y fatigada, repitiendo el tema principal. La orquesta a tutti responde con bastante energía.  Hay solos de piano que elevan la tensión a momentos espectaculares con derroches de virtuosismo, así como la intervención de los bronces con los timbres sonoros propios del Jazz. La sección central es una bella melodía dulce y sensual de carácter romántico a la manera de Rachmaninof.  Concluye la rapsodia con fuertes dosis de  estamina, de manera triunfal y apoteósica con una marcha arrolladora en  ritmos danzantes contagiosos.
En la película Manhattan de Woody Allen, escuchamos esta bella música en  su banda sonora.
Discografía:
1.      Bernstein – Orquesta Sinfónica de Columbia.

2.      Bollani - Chailly- Gewandhauss. Decca.




domingo, 27 de agosto de 2017

Los Conciertos para piano V.

Béla Bartók. Concierto para piano No. 1.

Otro gran concierto para piano, compuesto a mediados de los rugientes años 20, lleno de audacia, irreverencia, jazz y modernismo.

El Concierto para Piano No. 1 en La mayor, de Béla Bartók (1881-1945), fue compuesto en 1926. La obra se estrenó en Frankfurt en 1 de julio de 1927, con Bartók como solista y Wilhelm Furtwängler como director.
Después de tres años sin componer casi nada, Bartok rompió la sequía con este concierto en 1926. En ese mismo año Bartók compuso otras obras para piano, de manera consecutiva, con la finalidad de incrementar su repertorio: su  Sonata en tres movimientos, la colección de piezas titulada Al aire libre, las Nueve piezas para el piano y el Primer Concierto para Piano. En estas obras se produce un cambio estilístico, abandonando el ideal beethoveniano de profundidad espiritual, por el del barroco de  artesano perfeccionista en el contrapunto a la manera de  Bach.

Francisco Rivero. Homenaje a kandisnky. 2017


Instrumentación moderna a base de vientos.


El concierto esta escrito para una orquesta consistente en un piano solo, dos flautas , dos oboes, dos clarinetes (uno doblando en el clarinete bajo), dos fagotes, 4 trompas ( En fa), dos trompetas (en Do), tres trombones, timbales, dos tambores redoblantes, bombo, cuatro platillos, triángulo, tamtam y cuerdas.
No es una pieza fácil de apreciar en una primera audición. Es el más moderno de los tres conciertos para piano, en cuanto a técnica compositiva se refiere. Nos encontramos ante una obra de juventud, influenciada por Schoenberg y Stravinsky, de mucha inventiva y de una originalidad tremendamente moderna, que contiene elementos dodecafónicos y unas métricas irregulares. Posee motivos de danzas folklóricas trabajados en un lenguaje sonoro muy personal.

La Palidromía.

El primer movimiento, al igual que el segundo, emplea la forma palindrómica de Bartók ABCBA. La percusión del piano es explotada al máximo; el pianista golpea al instrumento de manera salvaje y agresiva. Tenemos aquí el Bartók rudo: el bárbaro y primitivo de las primeras obras, con irrupciones violentas que rompen con la secuencia del discurso sonoro.
El segundo movimiento se inicia de forma extraña con una música apagada y opaca con un piano que es golpeado con poca fuerza acompañado de una batería. Hay influencias de jazz. Una melodía esbozada por la flauta se transforma poco a poco en una especie de marcha sencilla deformada grotescamente. Bartók juega con la música atonal, para obtener efectos misteriosos.

El último movimiento se resuelve en vivos y movidos compases donde los aires folklóricos, impregnan la obra de un exotismo oriental.

El Concierto para Piano No. 1 en La mayor, de Béla Bartók es una obra de 23 minutos de duración y consta de tres partes:

1.      Allegro Moderato - Allegro                             8:44.
2.      Andante                                                          7:50
3.      Allegro - Attacca:/3. Allegro Molto               6:40.




Discografía:
Krystian Zimerman (Piano) – Pierre Boulez, Orquesta sinfónica de Chicago DG- 2005.
Hélène Grimaud ( Piano)- Pierre Boulez. Orquesta Sinfónica de Londres. DG.


Disfruten el video de la super estrella Yuja Wang, con el director Esa Pekka Salonen.


sábado, 26 de agosto de 2017

Los Conciertos para piano IV.

Sergei Prokofiev. Concierto para Piano  No.2 en Sol menor, Op.16



El Concierto para piano no. 2 de Sergei Prokofiev (1891 - 1953), fue terminado en 1913, pero su tras un incendio, la partitura se perdió y fue reescrita por el compositor en 1923.

Francisco Rivero. Conciertos para piano4. 2017.

Es un trabajo temprano, del Prokofiev en la era pre soviética, antes de regresar a su patria en 1936. El tono general es notablemente diferente al del primer concierto. 

Uno de los grandes conciertos del siglo XX.

Es una obra más larga y ambiciosa. No encontramos la unidad temática de la primera, pero por el contrario una profusión de temas que saltan de  un movimiento a otro y dentro de cada uno de ellos. Requiere un gran virtuosismo por parte del pianista es mucho más requerido como en la cadenza del primer movimiento donde el solista parece tomar el concierto para armarlo hasta que la orquesta se une a él.
Encontramos  páginas brillantes en los dos movimientos centrales,  llenos de vivacidad y  frenesí desde el principio hasta el  fin.  Prokofiev parece haber querido mostrar profundidad en los movimientos 1 y 4.
Concierto para piano No.2 en sol menor, Op.16
1.  Andantino                                                  12:08
2. Scherzo (Vivace)                                        2:36
3.  Intermezzo (Allegro moderato)                 6:22
4. Finale (Allegro tempestoso)                       11:28
Discografia:
1) Prokofiev – Concierto para piano No. 2.  Yundi Li ( Piano) Seiji Ozawa. Berliner Philharmoniker. Deutsche Gramophon. 2007.

2) Vladimir Ashkenazy, London Symphony Orchestra, André Previn-

Excelente video de este concierto con Yuja Wang al piano, La Orquesta Simon Bolivar de Venezuela y Dudamel en  la batuta.



Los Conciertos para piano III.

Igor Stravinsky.  Concierto para piano e instrumentos de vientos.


Una combinación extraña.

La combinación de piano e instrumentos de vientos era algo inusual antes de este concierto, salvo algunas excepciones. En el pasado Mozart y Beethoven escribieron cada uno un quinteto para piano y vientos. A finales del siglo XIX,  los autores rusos Anton Rubisntein y Nikolai Rimsky-Korsakov compusieron también quintetos para piano y vientos.

Francisco Rivero. Conciertos para piano3. 2017.

El Concierto para Piano e instrumentos de viento fue escrito por Igor Stravinsky en París en 1923-24. Esta obra fue revisada en 1950.  Fue compuesto cuatro años después de la Sinfonía de instrumentos de viento, que él escribió a su llegada a París después de su estancia en Suiza. Estas dos composiciones pertenecen al  período neoclásico de Stravinsky y representan un alejamiento del estilo ruso anterior del compositor de La Consagración de la Primavera. El mismo Stravisnky fue el solista en el estreno, dirigido por Serge Koussevitzky, el 22 de mayo de 1924, en París.

Son numerosas las obras para piano escritas casi al mismo tiempo para ser interpretado por el propio compositor. Entre ellas están el  Capriccio para Piano y orquesta (1929), su Sonata de 1924 y su Serenata en (1925).  Stravisnky mantuvo el derecho de ejecución para sí mismo  por un número de años, para evitar "manos incompetentes o románticas" de "interpretar" la pieza delante de  audiencias indiscriminadas.

Orquestación.

La orquestación se compone de dos flautas, piccolo, dos oboes, corno inglés, dos clarinetes, dos fagotes (segundo fagot doblando al contrafagot), cuatro trompas, cuatro trompetas, tres trombones y tuba, contrabajo  y acompañamiento  de timbales.
El concierto es duro, barroco  y chocante con un constante contrapunto que le imprime una atmosfera avasallante, imposible de analizar por  los sentidos. Hay que escucharlo varias veces con suma atención para poder apreciarlo. En cada uno de los conciertos de Stravinsky,  como en esta obra,  pide prestado y se aparta luego de la tradición. Este tiene como  columna vertebral el diseño clásico en forma de tres movimientos, rápido-lento-rápido. 

Primer movimiento. Stamina

El primer movimiento también es convencional en forma general: en el estilo de una Obertura francesa. Comienza con una introducción sombría para los vientos; el piano entra emotivamente para lanzar el tema principal del movimiento con música rápida y agresiva, acompañada de una  persistente percusión.  Los vientos aportan poco al  piano para las ideas, y un sentido de drama se convierte como material es transformado por el cambio. Los gestos de la música del siglo XVIII, Bach y Scarlatti en particular — atraen  los oídos del oyente, pero en una inspección más cercana, cada compás  lleva el sello inconfundible de la mano de Stravinsky.

Segundo movimiento.

El piano abre el segundo movimiento con una melodía majestuosa sobre una progresión constante de pesados  acordes de la mano izquierda. Es una melodía sencilla, como mucha música memorable y majestuosa.  Después de una cadencia rapsódica, con los cambios de tono; el piano lanza una nueva sección más animada, y, después de otra breve cadenza, nos conduce sin pausa al Allegro final.

Final feliz. 

El final es más luminoso, moderno, desenfadado  y positivo, con un ritmo de marcha que se proyecta hacia a delante. El ritmo  del tercer movimiento es incesante; el piano domina a menudo, dejando  apenas algunos compases donde no contribuye. La escritura, para piano y vientos, es brillante y vigorosa. Justo antes del final, la música se detiene, luego el piano repite tranquilamente un único acorde en diferentes patrones rítmicos. El concierto parece empezar de nuevo, desde el comienzo,  todo se recupera y el piano persigue a la orquesta en el  acorde final.

Estructura.


1.      Largo-Allegro-maestoso                    7:02.
2.      Larghissimo                                       6:39.
3.      Allegro- Agitato-Lento-Stringendo.   4:55.

Discografia: Steven Osborne ( Piano). Orquesta Sinfonica Escocesa de la BBC. Ilan Volkov. Hyperion.


Boris Berezovsky ataca este concierto con mucha maestría y emoción.




viernes, 25 de agosto de 2017

Los Conciertos para piano II.

Maurice Ravel (1875-1937) Concierto para piano y orquesta en sol mayor.


Ravel escribió obras maestras dentro del estilo impresionista. También su música posee influencias del neoclásico. Como un verdadero artista, Ravel supo adaptarse a los tiempos en que vivió y no escapó a la influencia del Jazz, tan poderosa en el ambiente musical de la época. El Jazz, la velocidad  de los carros, las chicas Flapper, los deportes, el foxtrot marcaron el estilo de vida en los  Rugientes años 20. La música de concierto también hizo concesiones a esta moda. Eran los tiempos futuristas y modernos. El primero  y último movimientos del   Concierto para piano y orquesta en sol mayor contienen elementos del Jazz.

Francisco Rivero. Piano Concertos 2. 2017.

Esta obra  fue compuesta   entre 1929 y 1931. Paralelamente compuso también el famoso Concierto para la mano izquierda. El estreno mundial se dio el 14 de enero de 1932 con Ravel en el podio y la Orquesta Lamoureux. Las primeras interpretaciones estadounidenses se dieron simultáneamente el 22 de abril de 1932, tanto por la Orquesta Sinfónica de Boston y la Orquesta de Filadelfia en sus propios auditorios de conciertos.
Ravel y el Jazz.

La relación de Ravel con el Jazz no era nueva. En su Opera L’ Enfant et les Sortilèges de 1925 incluye un Foxtrot. También en su última sonata para violín y piano se oye un blues en el movimiento central. En 1928, en la cúspide de su carrera,  Ravel tuvo una exitosa gira de  conciertos en los Estados Unidos y estando en New York, entró en contacto con esta música tan atractiva y moderna. Conoció al músico norteamericano George Gershwin y Ravel quedó impresionado con su concierto para piano Rhapsody in Blue.

El Concierto.
El primer movimiento se inicia con un chasquido del látigo, bastante sorpresivo, quizás para anunciar un cambio de estilo en el compositor. En los primeros dos minutos surgen los temas del concierto y sus influencias. Al comienzo el ritmo inequívoco de Stravinsky y Petrushka vienen a la mente. Luego una melodía de tipo folclórica española, muy de Ravel. Finalmente aparecen en escena  los glisandos en los trombones y los ritmos sincopados del Jazz. Este primer movimiento es un claro homenaje y reconocimiento por parte de este músico  francés hacia el  compositor norteamericano George Gershwin. Las influencias de estilo, timbres sonoros y ritmos son innegables.
El adagio es una hermosa pieza al estilo del neoclásico que recuerda al mismo movimiento del quinteto para clarinete de  Mozart.  Dentro del más refinado estilo, Ravel  presenta un dialogo entre el piano y la flauta, el clarinete  el oboe, lleno de mucho lirismo.
El tercer movimiento bastante rápido presenta un manejo magistral de la percusión. UN movimiento bastante breve con toques modernistas: timbres ácidos, disonancias, largos ostinatos y cambios vertiginosos de ritmos.
La obra se estructura en  tres movimientos:
I.                    Allegramente                                     8:17
II.                 Adagio assai                                      8:33
III.               Presto                                                4:34

Discografía: 
Sounds of the 30´s . Stefano Bollani (Piano) Gewandhausorchester- Riccardo Chailly. DECCA 2012.

El video es de la maravillosa pianista Martha Argherich.